Encontré muerto al personaje de la navidad presente.
— ¿Qué pasó? —dije.
La pizza fría y la cerveza triste de mi refrigerador lo habían envenenado. Ya no amaba la navidad como cuando niño. Más “Canción de navidad” de Dickens seguía entre mis favoritos. El difunto, sin duda, era uno de los protagonistas del cuento.
En el velorio estuvieron los espíritus de las navidades del pasado y del futuro.
— No termines así —dijeron.
Y ahora estoy con mi hermano, recordamos los tiempos felices. No hay dinero y la cena es pizza nueva con cerveza alegre.
En algún lugar la historia de Charles sigue iluminando vidas.
Nataniel Llano
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