Hay algo que me duele
y no sabría por dónde
empezar a besarte.
Esta llama impaciente
alumbra tu puerto escondido,
donde duermen las biznagas
y despiertan los jazmines,
donde fulgurante
vuelan los tallos
a querer sentir tus soles,
y este fuego que arde
en mí, esta hoguera que
ilumina espejos
y rompe espejismos
solo forja lentamente
mis ganas de ti.
He roto la calma
de mi mar
deseoso de tu reflejo,
he desnudado
el azul de mis aguas
para que te veas
en espejo de plata,
deja caer una estrella
en mi boca,
o esas gemas
tristes y tibias
como estandartes
de nacimiento,
y podré así pegarme
al cielo de tus labios,
deja caer una luna
en mi piel,
pues me duele
encarnar en tus lunares,
así podré por fin
fundirme en tu ser
sin negar tu existencia
cuando hueles a mí…
A toda esa sangre de forastero,
Una colaboración
por Bluma Blair y Enid Isáis.
Imagen: Mark Demdsteader.
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